Tertulia de tarde

Tu pregunta fue conmovedora:
¿sobre qué no han escrito los hombres?

la respuesta, mi respuesta
no lograba surgir de otro lado...

amiga mía, nadie... ni siquiera tú
ha escrito sobre tus ojos

ni los poetas
ni los científicos
ni los héroes
ni los reporteros
ni tu madre

ellos
ninguno
ha podido escribir sobre tus ojos

y es perfectamente explicable
aún cuando no tenga sentido

ellos
ninguno
ha podido develar tu alma en
ellos
tus ojos

yo
desde mi rebeldía
puedo atribuírmelo
(y ponerlo en duda)

cáete...
que me han pertenecido
cuando después de muchas lágrimas
me has sonreído

cuando
te traicionan
luego que tus labios
me han mentido

cuando traviesamente me han confesado
porqué las estrellas no se caen

ellos
tus ojos
me han pertenecido

levántate...
que los quiero

porque han soportado la fuerte brisa
y la intensa luz del sol
y han sido seducidos por el mar
y aún así han regresado
para verme...

porque precisamente como ahora
después de mucho titubear
y para justificación de todo esto
me miran...

a ellos
tus ojos
yo los quiero.